Noche para deambular
I
Óiganme ustedes
los seres detrás de la
pared,
una coraza de tiempo y
salitre
los imposibilita.
Acaricio la apariencia
rasposa del ser pared
y acerco mi oído al colosal
que conforma
esta calle sonámbula
donde los gatos maúllan
como hijos tristes,
donde un murmullo
sobrenatural
hace temblar a la tierra.
Es que antes de ser
arrancada
ya la arena gritaba,
y no ha habido piedra o
moldura
que calme su sollozo.
Mi mano que acaricia
dialoga con los muros de
hoteles restaurados.
Con este portón que esconde
la sombra
y el helar de la noche,
y con esta ventana de alma
colonial enjaulada
que solo desea desaparecer.
Aquello que fue arena de
rio,
hoy es solo una moldura
muerta.
Que en paz descanse con
quienes
una vez la levantaron.
II
Seres detrás de la pared,
se han agrietado con el
dolor del agua.
Se poblaron de vientos
conocidos.
Un vaho extranjero les
regaló la noche y el azar.
Se me vinieron encima las
capas de pintura
que intentaron ocultar los
murmullos
de paredes que no saben que
murieron,
porque solo los vivos pueden
irse
para siempre.
Noite para deambular
I
Ouçam-me vocês
seres atrás da parede,
uma couraça de tempo e
salitre
impossibilita-os.
Acaricio a aparência áspera
do ser parede
e aproximo meu ouvido ao
colossal que conforma
esta rua sonâmbula
onde os gatos miam
como filhos tristes,
onde um murmúrio
sobrenatural
faz tremer a terra.
É que antes de ser arrancada
já a areia gritava,
e não houve pedra ou moldura
para acalmar o seu soluço.
Minha mão que acaricia
dialoga com as paredes de
hotéis restaurados.
Com este portão que esconde
a sombra
e o gelar da noite,
e com esta janela de alma
colonial enjaulada
que só deseja desaparecer.
Aquilo que foi areia de rio,
hoje é só uma moldura morta.
Que descanse em paz com
aqueles
Que uma vez a levantaram.
II
Seres detrás da parede,
Racharam-se com a dor da
água.
Povoaram-se de ventos
conhecidos.
Um vapor estrangeiro ofereceu-lhes
a noite e o acaso.
Vieram sobre mim as camadas
de pintura
que tentaram esconder os
murmúrios
das paredes que não sabem
que morreram,
porque só os vivos se podem
ir
para sempre.