El pozo de Huasta
“Puede
cambiarse de ciudad,
mas no puede
cambiarse de pozo (…)”
I Ching- El libro de
las mutaciones
En el fondo de las
aguas
del pozo de Huasta
viven mis hijos
muertos.
Durante años corté
la cuerda,
escondí las
cubetas,
hui a la capital,
caminé partida y
sin ojos
para no ver los ecos
de sus voces
púrpuras
en la niebla limeña.
El ruido de la
guerra me silenciaba
y me tapaba los
oídos
para no escucharlos
ni escucharme.
Ya han pasado muchos
años…
ahora soy una
anciana,
una maestra rural
jubilada
que vende tocosh en
Neoplásicas.
Nunca aprendí a
cocinar
pero hago mazamorras
para los enfermos de
cáncer.
Todas las noches
viajo hasta el pozo
de Huasta,
me sumerjo en sus
aguas
para ver a mis hijos
muertos
abrazarlos y
pedirles perdón,
recomponer sus
pedazos
y unir cada uno de
sus vestigios
en una sola boca de
Luz.
O
poço de Huasta
“Podemos
mudar de cidade,
não
podemos mudar de poço (…)”
I
Ching- O livro das mutações
No
fundo das águas
do
poço de Huasta
vivem
os meus filhos mortos.
Durante
anos cortei a corda,
escondi
os baldes,
fugi
para a capital,
caminhei
quebrada e sem olhos
para
não ver os ecos
das
suas vozes púrpuras
na
névoa de Lima.
O
ruído de la guerra silenciava-me
e
tapava-me os ouvidos
para
não os escutar
nem
me escutar.
Já
passaram muitos anos…
agora
estou uma anciã,
uma
professora rural reformada
que
vende tocosh em oncologia.
Nunca
aprendi a cozinhar
mas
faço masmorras
para
os doentes de cancro.
Todas
as noites
viajo
até ao poço de Huasta,
faço
a imersão nas suas águas
para
ver os meus filhos mortos
abraçá-los
e pedir-lhes perdão,
recompor
os seus pedaços
e
unir cada um dos seus vestígios
numa
única boca de Luz.