Mostrar mensagens com a etiqueta sandra lorenzano. Mostrar todas as mensagens
Mostrar mensagens com a etiqueta sandra lorenzano. Mostrar todas as mensagens

18 abril 2023

sandra lorenzano


SEREMOS AGUA


Inquietante lección de los jazmines:

cuanto más agonizan más perfuman

Santiago Kovadloff


1.

Íbamos en lancha. El río marrón. El motor que ahora recuerdo silencioso.

¿Quién la llevaba en brazos?

Callados, esperábamos que fuera ella la que hablara.

Que dijera, “Hace frío”. O “Por qué vamos a la isla”.

Sin su voz, no sabíamos qué hacer ni qué decirnos.

Actuábamos.

Dudando del papel que teníamos asignado, actuábamos para sus cenizas.


2.

Alguien me cuenta que cuando aparece un resto

-pedacito de piel, hueso que es apenas astilla-

la madre lo toma en brazos y lo arrulla.

Las otras la rodean, allí, junto a la tierra removida.

Husmeadoras, las llaman. Rastreadoras. Sabuesas.

Abrazan a ese hijo que es fragmento,

murmullo de sueño,

y le cantan.


3.

Me repliego hacia el sur”, dice el poeta.

Y yo pienso en tus mares,

en la sal de tu lengua,

en el azafrán sin fin de su espalda.


4.

Pronto seremos agua junto a ella.

No hay polvo que resista los embates del río.

El paisaje se deshace en gotas que día a día horadan las casas,

las palabras, las certezas.

No volvió a ser otoño.

Hogar líquido para el naufragio en que quedamos.

Pronto también seremos agua.


5.

La vida al ritmo de los pasos,

mirando esa hoja que parece más verde,

las raíces brillantes por la lluvia,

los caracoles que por fin se asoman.

Mi madre hubiera reconocido

el canto de los pájaros.

¡Miren! -gritaba de pronto-

La calandria que viene cada tarde.”

Un pájaro más, pensábamos nosotros.

Los árboles, el río, eran lo que siempre había sido.

Eran lo que siempre sería.

El mundo era eterno,

no teníamos muertos.

Hoy me tiendo de espaldas en la hierba,

los brazos en cruz, la cabeza al oriente.

Minúsculos seres me hacen compañía;

son el eco del eco de los huesos amados.


6.

Restos de ciento sesenta y seis personas en enterramiento clandestino”.

Eso dice el titular del 7 de septiembre.

La foto muestra una blusa azul, una falda, un pedazo de tela roja.

Ciento sesenta y seis ausencias que carcomen los huesos.

El frontal y el parietal acribillados.

La pelvis destrozada.

No abro el periódico. Dejo que se haga vieja la noticia.

Habrá otros cientos que se le encimen.

Bolsas negras. Falanges. Metatarsos.

El más pequeño tenía tres meses.

¿Qué jazmines perfumaron su agonía?


7.

¿En qué siglo lejano besé tus cicatrices?

¿En qué remota geografía deletreaste el desconsuelo?

También nosotras seremos agua.





SEREMOS ÁGUA


Inquietante lección de los jazmines:

cuanto más agonizan más perfuman

Santiago Kovadloff


1.

Íamos de barco. Rio castanho. O motor que agora lembro silencioso.

Quem a levaba nos braços?

Quietos, esperávamos que fosse ela a falar.

Que dissesse, "Está frio". ou "Porque vamos à ilha".

Sem a sua voz, não sabíamos o que fazer nem o que nos dizer.

Agíamos

Duvidando do papel que tínhamos atribuído, atuávamos para as suas cinzas.


2.

Alguém me diz que quando aparece um resto

- pedacinho de pele, osso que é apenas lasca -

a mãe acolhe-o nos braços e aeeulh-o.

As outras rodeiam-na, ali, junto à terra revolvida.

Cheirantes, chamam-lhes. Pisteiras. Perdigueiras.

Abraçam esse filho que é fragmento,

murmúrio de sono,

e cantam para ele.


3.

"Recuo para o sul", diz o poeta.

E eu penso nos teus mares,

no sal da tua língua,

no açafrão sem fim do teulombo .


4.

Em breve seremos água ao pé dela.

Não há pó que resista aos embates do rio.

A paisagem desfaz-se em gotas que dia a dia furam as casas,

as palavras, as certezas.

Nunca mais foi Outono.

Lar líquido para o naufrágio em que ficamos.

Em breve também seremos água.


5.

A vida ao ritmo dos passos,

olhando essa folha que parece mais verde,

as raízes brilhantes da chuva,

os caracóis que finalmente aparecem.

A minha mãe teria reconhecido

o canto dos pássaros.

"Olhem! - gritava de repente -

A cotovia que vem todas as tardes."

Mais um pássaro, pensávamos nós.

As árvores, o rio, eram o que sempre tinham sido.

Eram o que sempre seria.

O mundo era eterno,

não tínhamos mortos.

Hoje estendo-me de costas na erva,

braços em cruz, cabeça a oriente.

Minúsculos seres fazem-me companhia;

são o eco do eco dos ossos amados.


6.

"Restos de cento e sessenta e seis pessoas em enterro clandestino".

É o que diz a manchete de 7 de setembro.

A foto mostra uma blusa azul, uma saia, um pedaço de tecido vermelho.

Cento e sessenta e seis ausências que carcomem os ossos.

O frontal e o parietal crivados de balas.

A pélvis destroçada.

Não abro o jornal. Deixo que se torne velha a notícia.

Haverá centenas de outros para por em cima.

Savos pretos. Falanges. Metatarsos.

O mais peqyeno tinha três meses.

Que jasminsperfuraram a sua agonia?



7.

Em que século distante beijei as tuas cicatrizes?

Em que geografia remota soletrasre o desconsolo?

Também nós seremos água.