Hablo de la infancia
Escalera crujiente,
trozo de bosque organizado
por el que ir hasta la cumbre
de aquel desván lleno de sueños,
pájaros silenciosos
que viajan sin ruido.
Sobre ti estaba el premio
cubierto por el polvo
y lo muerto vivía
para mí, en mis ensueños.
Hogar sin sótanos,
todo aquello era hermoso
porque estaba creando su recuerdo;
viviéndote, sentía
que de algún modo ya te recordaba.
Y siempre que te acercas
entre la niebla, oigo
cómo se queja suavemente,
enmohecido por las lluvias,
el pesado cerrojo de una verja.
La del jardín acaso.
Falo da infância
Escada rechinante,
pedaço de floresta organizada
para ir até ao topo
desse sótão cheio de sonhos,
pássaros silenciosos
que viajam sem ruído.
Em cima de ti estava o prémio
coberto pela poeira
e o morto vivia
para mim, nos meus sonhos.
Casa sem caves,
tudo aquilo era belo
por estar a criar a sua memória;
vivendo-te, sentia
que de algum modo já te lembrava.
E sempre que te aproximas
entre a névoa, ouço
como se queixa suavemente,
bolorenta devido às chuvas,
a pesada fechadura de uma cancela.
A do jardim talvez.