En una playa lejana
las sirvientas son puntos blancos, las disfrazan de gaviotas. Sólo
se acercan a la orilla cuando atardece y no queda nadie en la arena.
Cuando todos se han ido y nadie puede verlas.
Desnudas se bañan
entre las olas, nadie pensaría en sus cuerpos cuando siempre van de
blanco, unas y otras en un solo cuerpo común. Son lobos marinos
asomando cabezas sobre el agua, aleteando hacia un mundo de juegos
donde aúllan en revuelo.
Por fin el mar ha
desatado la energía suspendida de un mandil.
Numa
praia longínqua as criadas são pontos brancos, disfarçam-nas de
gaivotas. Só se aproximam da orla quando entardece e não há
ninguém na areia. Quando todos partiram e ninguém as pode ver.
Nuas,
banham-se nas ondas, ninguém pensaria nos seus corpos quando estão
sempre de branco, umas e outras num único corpo comum. São lobos
marinhos pondo as cabeças fora de água, movendo as asas até a um
mundo de jogos onde uivam em agitação.
Por
fim o mar desamarrou a energia suspensa de um avental.