Todo comenzó en la oscuridad
la estrepitosa caída
del imán
y las astillas que
quedaron sobre la baldosa de la cocina.
Lo que siguió a tu
rugido
fue ejercicio de
buenos modales:
acariciar la gata
ofrecerme un té.
Subterráneo, el
temblor
suave no cesó hasta
despertar
al demonio que
habita en los arenales.
Tudo
começou no escuro
a
estrondosa queda do imã
e as
lascas deixadas nos ladrilhos da cozinha.
O
que se seguiu ao teu rugido
foi
exercício de boas maneiras:
afagar
a gata
oferecer-me
um chá.
Subterrâneo,
o tremor
suave
não cessou até acordar
o
demónio que vive nos areais.