Cuando todos se vayan…
Cuando todos se vayan de Ramos Mejía
no quedarán ojos para ver la Avenida De Mayo
convertida en una pista de patinaje
diversos animales saldrán
desesperados de las alcantarillas
al saber que todos se han ido
correrán en busca de vasitos desechables
que usaban las cafeterías
para fabricar con ellos sus patines
y muchos pájaros migrarán de lugares desconocidos
para correr picadas a ras del asfalto
desde la estación de tren hasta el colegio Don Bosco
darán todo por el premio:
un departamento donde anidarán a sus polluelos
sin los habitantes de esta ciudad que barniza y barniza
las fachadas de madera de los chalés
serán devoradas por las termitas
y caerán al piso pedacitos de pintura
de una pared vieja que se descascara
al resguardo de una galería
en la casa que vio crecer a Maria Elena Walsh
y los pastos de los inmensos jardines
que se ocultan detrás de las viviendas
se podrán ver desde la vereda
recostados en los techos de tejas de cerámica
y las piscinas de fibra azul empotradas
o las construidas de concreto a la medida
servirán de albergue para extrañas criaturas acuáticas
que nosotros, antiguos habitantes de Ramos Mejía
jamás tuvimos oportunidad de conocer
y una montaña de hojas cubrirá por completo las veredas
y un hormiguero de grandes proporciones
crecerá en la aldea policial
y los cables de alta tensión sostenidos en las alturas
por esbeltos postes de madera
los cables de teléfono, de fibra óptica
por dónde los ciudadanos se conectaban a la red
los cables de >>Televisión por Cable>>
los cables que parecen lianas
que cruzan de una vereda a la otra
los tendidos de cables que conectan edificios
los cables ilegales, clandestinos
los cables en desuso de clientes que abandonan un servicio
los cables peligrosos
todos colocados desprolijamente
los cables que arman un caos en el cielo
tan criticados cables por los fanáticos del paisajismo
ya no tendrán ojos que juzguen.
Quando todos partirem…
Quando todos partirem de Ramos Mejía
não restarão olhos para ver a Avenida De Maio
convertida em pista de patinagem
vários animais sairão
desesperados dos esgotos
ao saber que todos partiram
correrão em busca de copos descartáveis
que usavam os cafés
para fabricar com eles os seus patins
e muitos pássaros migrarão de lugares desconhecidos
para correrem picadas ao nível do asfalto
desde a estação de trem até ao colégio Don Bosco
darão tudo pelo prémio:
um apartamento onde as crias nidificarão
sem os habitantes desta cidade que enverniza e enverniza
as fachadas de madeira dos chalés
serão devoradas pelas térmitas
e cairão no chão pedaços de tinta
de uma parede velha que se descasca
ao abrigo de uma galeria
na casa que viu crescer Maria Elena Walsh
e os pastos dos imensos jardins
que se escondem atrás das habitações
podem ser vistos da calçada
recostados nas telhas de cerâmica
e as piscinas de fibra azul embutidas
ou as construídas com cimento à medida
servirão de abrigo às estranhas criaturas aquáticas
que nós, antigos habitantes de Ramos Mejía
nunca tivemos oportunidade de conhecer
e uma montanha de folhas cobrirá por completo as veredas
e um formigueiro de grandes proporções
crescerá na aldeia policial
e os cabos de alta tensão sustentados em altura
por esbeltos postes de madeira
os cabos de telefone de fibra óptica
por onde os cidadãos se conectavam à rede
os cabos >>Televisão por Cabo>>
os cabos que parecem lianas
que atravessam de uma vereda para a outra
os cabos de ligação dos edifícios
os cabos ilegais, clandestinos
cabos fora de uso de clientes que abandonam um serviço
os cabos perigosos
todos colocados despropositadamente
os cabos que armam um caos no céu
tão criticados cabos pelos fanáticos do paisagismo
já não terão olhos que julguem.