Morbidez
del atavismo
Se
desliza por túneles de lava.
Olfatea
febril, subterráneo,
gira
al ritmo de un ritmo más lejano.
Corrompe
el circuito de la noche.
Su
ola de tentáculos pervierte el sueño,
calienta
con hilo de su aliento el aire,
se
delezna en la sangre y la subleva,
hace
del vientre su refugio de los labios.
Con
punta de esmeril el ansia orada,
la
degrada a mustios reflejos de carne, desasosiego.
En
el filo de sus fauces el cuerpo fulgura,
se
desfiguran las formas entre los colmillos de su lascivo embate.
El
deseo: péndulo que oscila en el sexo cavernoso de la noche.
En
el lecho, la silueta sola, filtro de células, decanta miedo,
los
tentáculos se entrelazan
con
la respiración preñada de una sombra.
Brama
la tierra.
Latigazo
en la médula:
unos
ojos abiertos tantean en el vacío la ausencia de los cuerpos.
Morbidez
do atavismo
Desliza
por túneis de lava.
Fareja
febril, subterrâneo,
roda
ao ritmo de um ritmo mais distante.
Corrompe
o circuito da noite.
A
sua onde de tentáculos perverte o sonho,
aquece
com o fio do seu sopro o ar,
escorre
pelo sangue, subleva-o,
faz
do ventre o refúgio dos seus lábios.
Com
ponta de esmeril a ansiedade orada,
degradação
em murchos reflexos de carne, desassossego.
No
gume das suas fauces o corpo fulgura,
desfiguram-se
as formas entre os caninos do seu lascivo embate
O
desejo: pêndulo que oscila no sexo cavernoso da noite.
Na
cama, apenas a silhueta, filtro de células, decanta medo,
os
tentáculos entrelaçam-se
com
a respiração prenhe de uma sombra.
Brama
a terra.
Chicotada
na medula:
uns
olhos abertos tenteiam no vazio a ausência dos corpos.