Entre los riscos
Entro en la selva.
Abro la puerta hasta su desembocadura.
sus ocres caídos bailan por doquier.
Apago el quinqué,
dejo pasar aquella vieja sombra fermentada de huesos con forma de ilusión.
La memoria quebrada ya no me sirve para escalar árboles por los cauces del río.
La niebla mensajera asoma su tez más oscura,
se pone en pie y limpia las trizas sin ruido.
Crece el sonido de la campana de bronce,
arde el iris en su nido de búho.
Se desborda el aljibe.
Y las voces de la casa llaman al gavilán de los riscos.
Entro na selva.
Abro a porta até à sua desembocadura.
Seus ocres caídos dançam por toda o lado.
Apago o candeeiro de petróleo,
deixo passar aquela velha sombra fermentada de ossos com forma de ilusão.
A memória quebrada já não me serve para escalar árvores pelos leitos do rio.
A névoa mensageira aparece em sua tez mais escura,
levanta-se e limpa os pedaços sem barulho.
Cresce o som do sino de bronze,
Arde a íris no seu ninho de coruja.
Transborda o algibe
E as vozes da casa chamam o gavião dos penhascos.