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24 maio 2023

daniela silva fuentes

 

Alma

 

Siete y algo.
Alma corta manzanilla del jardín.
El sol se asoma un instante,
mi dolor de barriga escarba,
pero desaparece,
un vapor hace cosquillas en la garganta.
Pienso en las mentiras que dije
y en las que no, también.

 

Alma corta epazote junto a una rosa
que promete instantes y sonrisas
para Margarita.
Apenas a mi cuarto entra el aroma del chile
pienso en lo que vi
y en lo que no alcance a ver, también.

 

Tengo algunas telarañas en recuerdos insípidos
dolor en las escápulas,
una abeja en la nariz.
Por la fuente corre la lagartija sin cola.
El agua hierve,
ceniza en los pulmones,
dos o tres libros reciclados.

 

Pienso en el primer Manuel que no conocí,
los borregos y el charro negro sin cabeza.
Soporto la evidente falta de contacto,
sudo agrio y sucio.

 

Alma corta gordolobo,
la cuchara se mueve lenta,
la miel está dura,
-es el frío- dice.

 

El hervor me aprieta los ojos,
me quema la boca.
Lloro y pienso en la ausencia,
en los montoncitos de tierra de la casa de Panoaya,
basura, alambres y latas viejas,
y esa forma de habitar un nuevo espacio.


 

 

Alma

 

Sete e qualquer coisa.

Alma corta camomila do jardim.

O sol aparece por um instante,

a minha dor de barriga cava,

mas desaparece,

um vapor faz cócegas na garganta.

Penso nas mentiras que disse

e nas quais que não, também.

 

Alma apara erva ao pé de uma rosa

que promete instantes e sorrisos

a Margarida.

Mal em meu quarto entra o aroma do chili

penso no que vi

e no que não consiga ver, também.

 

Tenho algumas teias de aranha em memórias insípidas

dor nas espáduas, ou

uma abelha no nariz.

Pela fonte corre a lagartixa sem cauda.

A água ferve,

cinzas nos pulmões,

dois ou três livros reciclados.

 

Penso no primeiro Manuel que não conheci,

ns ovelhas e o charro negro sem cabeça.

Suporto a evidente falta de contato,

suo amargo e sujo.

Alma curta e verbasco,

a colher move-se lenta,

o mel está duro,

-é o frio- diz.

 

O fervor aperta-me os olhos,

queima-me a boca.

Choro e penso na ausência,

nos montículos de terra da casa de Panoaya,

lixo, arames e latas velhas,

e essa forma de habitar um novo espaço.