Mostrar mensagens com a etiqueta araceli amador vázquez. Mostrar todas as mensagens
Mostrar mensagens com a etiqueta araceli amador vázquez. Mostrar todas as mensagens

30 outubro 2021

araceli amador vázquez


Platino amanecer

Como si fuese una dulce naranja, el burro acerca el hocico al sol y se lo come a gajos. Cada mañana recuerda el camino hacia el atardecer, se detiene a buscar más naranjas sobre la colina. Qué travieso borrico; se ha llevado el día entre los dientes. Se lo come, hasta que la noche tiene una mordida y cuando lo devora sale la luna. Entonces las ramas se convierten en mecates y la noche pasea a este burro. Qué bella mujer lo acompaña; negras olas son sus cabellos. Se mueve al trote del tierno animal, lleva en la mano un globo de plata.

Qué bella mujer; tan blanca en la oscuridad, con sus largos dedos busca en el pelaje del asno, entonces, encuentra palabras y las teje, una a una forma un collar; dice que tiene por oficio el de poeta. En sus menesteres no se da cuenta que aspira el sol lentamente, un gas amarillo se le filtra en la blancura, pero está tan concentrada que no se contamina.

Los primeros pájaros tapizan el helio, ahora son negros como la poesía. El gallo que canta ahora es azabache y de su canto salen notas negras y redondas. La mujer sigue haciendo collares con ahínco, como si de sus dedos dependiera el deseable día plateado. ¡Por fin!, ya no huele a soledad, ahora los lirios surgen de la tierra.



Alba de platina

Como se fosse uma doce laranja, o burro aproxima o focinho do sol e come-o aos gomos. Todas as manhãs lembra-se do caminho para o entardecer, detém-se a procurar mais laranjas sobre a colina. Que burrinho malandro, levou o dia entre os dentes. Come-o, até que a noite tem uma mordida e quando o devora sai a lua. Então os galhos transformam-se em sistemas de rédeas e a noite passeia este burro. Que bela mulher o acompanha; negras ondas são seus cabelos. Move-se ao trote do tenro animal, leva na mão um globo de prata.

Que bela mulher; tão branca na escuridão, com seus longos dedos procura na pelagem do jumento, então, encontra palavras e tece-as, uma a uma forma um colar; diz que tem por ofício ser poeta. No seu mister não se dá conta que aspira o sol lentamente, um gás amarelo se lhe filtra na brancura, mas está tão concentrada que não se contamina.

Os primeiros pássaros atapetam o hélio, agora são negros como a poesia. O galo que canta agora é azeviche e do seu canto saem notas negras e redondas. A mulher continua a fazer colares com afinco, como se dos seus dedos dependesse o desejável dia prateado. Finalmente! Já não cheira a solidão, agora os lírios surgem da terra.