vuelven oscuros aires
Contigo he conocido la dulce palabra demorada
y el aliento inicial de la noche cayendo sobre el árbol
con sus redes antiguas de canela y de dátil.
He tocado los limos iniciales de la tormenta,
la llama sometiendo su raudal de amapolas,
el molino y la uva, el salmo y el navío,
la cera de los cirios antes de las abejas,
todo cuanto es de hueso, de flor, de llamarada,
en esta certidumbre de tu clavo de lirios.
Adiviné tus candelabros rotos ante los pedestales
con la tarde muriendo en sus cobres profundos,
cuando apenas llegaba un gajo de ventisca
y una ciudad estática en el fondo del río.
En el ramo fugaz del calendario
siempre había un alfiler
esperando la rosa decisiva.
Y al pie de su azotado aroma te escuchaba.
Y decías:
toma la madrugada y su collar ambiguo
y una a una desprende las horas
como si llamaras a alguien por las letras.
Y decías:
deja que la luz corra en su arroyo de ámbar
y no preguntes por el primer acento de los pájaros.
Redivivem os ares cinzentames
Contigo conheci a doce palavra demorada
e a anima inicial da noite caindo sobre a árvore
com as suas redes antigas de canela e tâmara.
Toquei os limos iniciais da tempestade,
a chama submetendo a sua torrente de borboletas,
o moinho e a uva, o salmo e o navio,
a cera dos círios a montante das abelhas,
tudo quanto é de osso, de flor, de labareda,
nesta certeza do teu prego de lírios.
Adivinhei os teus candelabros partidos diante dos pedestais
com a tarde morrendo nos seus cobres profundos,
quando mal chegava uma brisa de nevasca
e uma cidade estática no fundo do rio.
No ramo fugaz do calendário
havia sempre um alfinete
esperando a rosa decisiva.
E ao pé do seu açoitado aroma te escutava.
E dizias:
pega na madrugada e no seu colar ambíguo
e uma a uma desprende as horas
como se ligasses para alguém pelas letras.
E dizias:
deixa que a luz corra no seu arroio de âmbar
e não perguntee pelo primeiro sotaque dos pássaros.