A un lote baldío
Las piedras mueven su silencio,
las habitan escarabajos desnudos en la sombra;
hay un aroma de carbón y de naranjas dulces,
rosas de cera arrojadas en el pasto.
De mañana la luz entra con su machete rubio
y corta un ala de mariposa que canta
y desgasta la ordenada clorofila del alambrado
y penetra el polvo que levanta el poco viento.
He visto a un loco comerse el hedor de las manzanas
y la inquieta hojarasca que sostienen los bichos;
la noche local deja caer sus cenizas sobre
un omóplato rasgado
que copia sus heridas en el jardín de vidrio.
A um lote baldio
As pedras movem o seu silêncio,
estão habitadas por escaravelhos nus na sombra;
há um aroma de carvão e laranjas doces,
rosas de cera atiradas para o pasto.
De manhã a luz entra com o seu machado ruivo
e corta uma asa de borboleta que canta
e desgasta a ordenada clorofila da cerca
e penetra o pó que levanta o pouco vento.
Vi um louco comer o fedor das maçãs
e a folhada inquieta que sustenta os bichos;
a noite local deixa cair suas cinzas sobre
uma omoplata rasgada
que copia as suas feridas no jardim de vidro.