Mostrar mensagens com a etiqueta carla faesler. Mostrar todas as mensagens
Mostrar mensagens com a etiqueta carla faesler. Mostrar todas as mensagens

26 fevereiro 2021

carla faesler

 

Parque en el cuarto


Juego mucho en las sombras,

parque en el cuarto,

horario abierto en la oscuridad.

Columpio en el listón de un tiempo envenenado

cada noche o día puertas cerradas.


En su carrocería, el viaje fantasmal

de lámparas y muros,

se estrella en mi última cabeza

que huye rebotando junto con la pelota

negra colibrí, quetzal, gorrión en licuadora


cuyo pico me impregna y me mete un espectro

largo como si fuera un cuello hacia el sol.


Mi farmacia interior, mis grúas de plumas,

mi usb insertada en mi brassier intelectual

registran que los dedos abanico, que un silabario

lógico propone que cama es una cúpula dorada,

la cópula horadada, quieto buque cadena

máquina casa, dique líquido que dice el silabario informal.


Cuando estoy con mis manos y las sombras

pienso en Amanda Baggs jugando con el agua del grifo

que chorrea entre sus dedos.

“Esto no significa nada interesante, dice Baggs,

soy sólo yo interactuando con el agua, viéndola, sintiéndola”


Lo neurodivergente me enseñó muchas cosas

y la profunda sencillez con la que podemos habitar

el flujo, la quietud y lo oscuro.


Aquí soy sólo yo y la luz que habla

por medio de una lámpara, las paredes pantalla

y el aire enrarecido de la jaula.

Mi inconsciente es un parque y mi cuerpo es

un sube y baja, un pasamanos, una resbaladilla.



Parque no quarto


Brinco muito nas sombras,

parque no quarto,

horário aberto no escuro.

Balanço numa barra de tempo envenenado

todas as noites ou dias portas fechadas.


Na sua carroçaria, a viagem fantasmagórica

de lâmpadas e paredes,

estatela-se na minha última cabeça

que foge saltando junto com a bola

negro colibri, quetzal, pardal em liquidificador


cujo bico me impregna e me mete um espectro

longo como se fosse um pescoço dirigido ao sol.


Minha farmácia interior, meus guindastes de penas,

minha usb inserida no meu sutiã intelectual

registam que os dedos abano, que um silabário

lógico propõe que cama seja uma cúpula dourada,

a cópula perfurada, quieto navio corrente

máquina casa, dique líquido que diz o silabário informal.


Quando estou com as minhas mãos e as sombras

penso em Amanda Baggs brincando com a água da torneira

que lhe escorre entre os dedos.

Isto não significa nada de interessante, diz Baggs,

sou apenas eu interatuando com a água, vendo-a, sentindo-a”


O neuro-divergente ensinou-me muitas coisas

e a profunda simplicidade com que podemos habitar

o fluxo, a quietude e o escuro.


Aqui sou só eu e a luz que fala

através de uma lâmpada, as paredes ecrã

e o ar rarefeito da jaula.

O meu inconsciente é um parque e o meu corpo é

um sobe e desce, um corrimão, um escorrega.