Cuencos de aire son macetas vacías. Barro
seco y desnudo, exilio de las flores. Mis
manos que de niña bailan, mis dedos que
olvidan la música, mis uñas manchadas de
tierra. Acerco la cara, aspiro hondo la
oscuridad. Acaricio el hueco donde vive mi
raíz.
seca e nua, exílio das flores. As minhas
mãos que de menina dançam, os meus dedos que
esquecem a música, as minhas unhas manchadas de
terra. Aproximo a face, aspiro fundo a
escuridão. Acaricio o vão onde vive a minha
raiz.