DIAGNÓSTICO
Cuando niño,
el miedo eran las olas.
Siempre eran las olas
acercándose.
Un instante de duda
del mar, en su
contradicción,
como tomando impulso,
como queriendo ir
a otro lugar distinto
al que te empuja.
El miedo eran las olas
y ante ellas
tenías dos opciones:
o contener el aire,
sumergirte
y entrecerrar los ojos
en el tiempo
que demoraba el agua en
rebasarte
o decidir un salto
en el momento justo
más alto que las olas,
más arriba del miedo
para caer de pie sobre
la arena.
Ya no eres un niño
ni juegas en la playa.
La médico, con una bata
azul,
te ha cogido la mano,
como tomando impulso,
como queriendo ir
a otro lugar distinto
al que te empuja,
se ha sentado contigo
en la camilla
No alcanzas a entender
lo que te dice,
sólo sabes que tienes
dos opciones.
DIAGNÓSTICO
Em criança,
o medo eram as ondas.
Eram sempre as ondas a
aproximar-se.
Um instante de dúvida
do mar, na sua
contradição,
como a tomar impulso,
como a querer ir
para um lugar diferente
daquele que empurra.
O medo eram as ondas e
diante delas
havia duas opções:
ou conter o ar,
submergir
e semicerrar os olhos
no tempo
que demorava a água a passar
por cima
ou decidir um salto
no momento certo
mais alto que as ondas,
mais acima do medo
para cair de pé sobre a
areia.
Já não és uma criança
nem brincas na praia.
A médica, de bata azul,
pegou-te pela mão,
como a tomar impulso,
como a querer ir
para outro lugar diferente
daquele que empurra,~
sentou-se contigo na
maca
Não percebes o que te
diz,
só sabes que tens duas
opções.