MI INFANCIA ES UN DOMINGO ESPERANDO A MI PADRE
Algunos domingos
mi padre
regresaba borracho
en medio de la noche,
cuando todos los monstruos habitaban mi cuarto
y un aroma muy breve y muy lejano
a tierras encharcadas
entraba por debajo de la puerta.
Mi madre y yo, entonces,
igual que dos pavesas
desprendidas de un cuerpo en combustión,
cubríamos con ceniza los desgarros
que dejaban sus gritos
en todos los cristales.
Era extraño,
pero siempre acababa lloviznando.
Alguns domingos
O meu pai
voltava bêbado
a meio da noite,
quando todos os monstros habitavam o meu quarto
e um aroma muito breve e muito distante
de terrenos encharcados
entrava por debaixo da porta.
A minha mãe e eu, então,
iguais a duas brasas
libertas de um corpo em combustão,
cobrimos com cinzas os rasgões
que deixavam seus gritos
em todos os cristais.
Era esquisito,
mas sempre acabava em morrinha.