Un misil en los ojos.
Un misil en las manos.
Todos llevan misiles, tú también.
Víctimas pero cómplices,
somos mitades rotas por una manecilla.
Una pastilla a la hora de dormir,
otra para que seas capaz de levantarte.
Mientras cubres con plástico la hoz de las preguntas.
La bandeja de entrada, siempre llena.
No se llena el descanso.
Tampoco los bolsillos ni los sueños.
Sin saber explicártelo te alejas
tan rápido de quien querrías ser,
del lugar que anhelabas
alcanzar y una vez se llamó vida.
No importa cuando empieces, llegas tarde.
Tu hogar se llama tarde.
Tu hogar es siempre el tiempo que te falta.
Um míssil nos olhos.
Um míssil nas mãos.
Todos carregam mísseis, tu também.
Vítimas mas cúmplices,
somos metades paridas por um botão.
Uma pastilha para dormir,
outra para seres capaz de te levantar.
Enquanto cobres com plástico a foice das perguntas.
A caixa de correio, sempre cheia.
Não se enche o descanso.
Nem os bolsos, nem os sonhos.
Sem saberes explicar afastas-te
muito depressa de quem gostarias de ser,
do lugar que almejavas
alcançar e que uma vez se chamou vida.
Não importa quando comeces, chegas tarde.
O teu habitat chama-se tarde.
O teu habitat é sempre o tempo que te falta.
