XV
Una
mujer está asando batatas
con
los rescoldos de la lumbre.
Por
su pelo aceitado caen acordes de sitar.
Cada
pliegue del sari con que cubre su vientre
anuncia
la matriz, la reclusión.
Se
puede confundir el tintineo de ajorcas
con
el de la llovizna.
Canta
y en cada nota la quietud
converge
en la tahona que olía a albaricoques.
Canta
y fragmenta vértice o frontera.
La
noche es una herida de colmillos de mono
que
empieza a supurar.
XV
Está
uma mulher a assar batatas
no
borralho do lume.
Pelo
seu cabelo oleado escorrem acordes de sitar.
Cada
prega do sari com que cobre o ventre
anuncia
a matriz, a reclusão.
Pode-se
confundir o tilintar de guizos
com
o do chuvisco.
Canta
e em cada nota a quietude
converge
na padaria que cheirava a damascos.
Canta
e fragmenta vértice ou fronteira.
A
noite é uma ferida de dentes de macaco
que
começa a supurar.