EL MOVIMIENTO DE LAS
FLORES
HACIA atrás
una puerta que se
abre.
Todos salen y
entran.
Todos dejan su
señal.
Del pasado
impaciente,
vuelves al mundo
en un susurro que
hipnotiza.
En silencio,
frases reservadas,
solo granos de
almidón.
EL tiempo,
plano y delgado,
una hoja que tiembla
donde está el aire
mismo.
Ahora solo soy
una lengua
que mueve palabras.
Sílabas apasionadas
para llevar a cabo
grandes fracasos.
DENTRO de los ojos,
flores que se
quiebran como frases,
una caída
de vuelta a las
paredes onduladas
del vacío.
Abro los párpados,
y el vértigo
me impide mirar al
músculo
que buscaba
en las palabras.
RECORDARÉ la luz
lavada
de las montañas,
lo que lleva dentro
de sí.
Somos semillas
en la cálida nieve.
Cada vez más cerca
del origen,
otra madrugada
que se cierra
encendida
en una exhalación
que finalmente nos
alcanza.
AL olfato,
Perfumes que fluyen,
la belleza,
en su respiración
artificial.
Belleza que ilumina
Y, sin embargo, no
puede verse a sí misma,
Como la muerte,
ciega,
defiende la armonía
de sus múltiples
formas.
MIRA cómo cambian
las estaciones,
la luz impregnando
las primeras
imágenes
del mundo.
Mira aunque no haya
nada que ver.
Quizá no sirviera
amarte
para descifrar
el crujido
del crecimiento.
VELOCIDAD,
eterna
cuando se demora
en el laberinto.
Habrá nuevas
despedidas,
Pero tú no quieres
oír
El himno tenebroso
del futuro.
Infancia,
larvas del
entendimiento,
la tierra se mueve
para otros.
DEMASIADO pronto y
se aleja.
Se cierne sin avisar
y cuando la sientas,
ya habrá pasado.
Juventud,
zumbido del instinto
que salva vidas.
Perfecta,
Ahora,
En su hexágono de
miel.
O MOVIMENTO DAS
FLORES
PARA trás
uma porta que se
abre.
Todos saem e
entram.
Todos deixam o
seu sinal.
Do passado
impaciente,
voltas ao mundo
em sussurro que
hipnotiza.
Em silêncio,
frases
reservadas,
só grãos de
amido.
O tempo,
plano e delgado,
uma folha que
treme
onde está o
próprio ar.
Agora estou
apenas
uma língua
que move
palavras.
Sílabas
apaixonadas
para levar a cabo
grandes
fracassos.
DENTRO dos olhos,
flores que se
quebram como frases,
uma queda
de volta às
paredes onduladas
do vazio.
Abro as
pálpebras,
e a vertigem
impede-me de ver
o músculo
que procurava
nas palavras.
RECORDAREI a luz
lavada
das montanhas,
o que leva dentro
de si.
Somos sementes
na cálida neve.
Cada vez mais
próxima da origem,
outra madrugada
que se fecha
acesa
numa exalação
que finalmente
nos alcança.
AO olfato,
Perfumes que
fluem,
a beleza,
em sua respiração
artificial.
Beleza que
ilumina
E, porém, não
se pode ver a si mesma,
Como a morte,
cega,
defende a
harmonia
das suas
múltiplas formas.
OLHA como mudam
as estações,
a luz impregnando
as primeiras
imagens
do mundo.
Olha embora não
haja nada para ver.
Talvez não tenha
servido amar-te
para decifrar
o crepitar
do crescimento.
VELOCIDADE,
eterna
quando se demora
no labirinto.
Haverá novas
despedidas,
Mas tu não
queres ouvir
O hino tenebroso
do futuro.
Infância,
larvas do
entendimento,
a terra move-se
para outros.
DEMASIADAMENTE
rápido e afasta-se.
Paira sem avisar
e quando a
sentires,
já terá
passado.
Juventude,
zumbido do
instinto
que salva vidas.
Perfeita,
Agora,
No seu hexágono
de mel.