El vestido
Estoy en ropa interior mientras
el médico palpa mis costillas.
Presiona ligeramente,
no necesita excavar demasiado,
los huesos se ven a simple vista.
Para ellos soy un yacimiento.
Me mide, pesa y apunta en silencio.
La enfermera y él hacen un diagnóstico
de mis restos, quieren saber
cómo pueden sacarme de la tierra.
No les dije que mamá consiguió ahorrar
para comprarme el vestido
rosa con botones de margaritas.
Ese día, sola en la habitación,
tiré el uniforme del colegio sobre la cama
y deslicé la prenda sobre los muslos.
Esta se clavó contra el vientre
señalando el enclave exacto
donde ahora los médicos buscan
las pruebas de mi devastación.
Me escondí para que nadie pudiera tocarme.
Tener un cuerpo parece cosa fácil.
Los hay que lo mueven sin apenas
esfuerzo aparente, con pequeños apoyos,
como un acto de fe.
Yo debo aprender a sostenerlo de nuevo
con un sinfín de trucos.
La suciedad bajo mis uñas me recuerda
que lo dejé vacío
y ahora vivo en una casa
donde alguien se ajusta los zapatos
apaga las luces y cierra la puerta,
esperando no volver.
O vestido
Estou em lingerie enquanto
o médico me apalpa as costelas.
Pressiona ligeiramente,
não precisa de aprofundar muito,
os ossos são visíveis a olho nu.
Para eles, sou um jazigo.
Mede-me, pesa-me e anota em silêncio.
Ele e a enfermeira fazem um diagnóstico
dos meus restos, querem saber
como podem tirar-me da terra.
Não lhes disse que minha mãe conseguiu economizar
para me comprar o vestido
rosa com botões de margaridas.
Nesse dia, sozinha no quarto,
atirei o uniforme da escola para a cama
e deslizei a prenda pelas coxas.
Esta cravou-se contra o ventre
assinalando o local exato
onde agora os médicos procuram
as provas da minha devastação.
Escondi-me para que ninguém me pudesse tocar.
Ter um corpo parece coisa fácil.
Há os que o movem sem qualquer
esforço aparente, com pequenos apoios,
como um ato de fé.
Tenho de aprender a sustentá-lo de novo
com uma infinidade de truques.
O sujo das minhas unhas lembra-me
que o deixei vazio
e agora vivo numa casa
onde alguém encaixa os sapatos
apaga as luzes e fecha a porta,
esperando não voltar.