Este sol de la infancia
Como un limón bruñido
o coágulo de albor en los mimbres del mundo
amamanta a la luciérnaga su tumba de resina.
Juegas al escondite debajo del patíbulo
y desde allí haces al ahorcado ser pendiente,
tesoro faraónico que cuelga del ajuar,
joyel momificado del instante en tu lumbre
detenida.
El cuento
atrás
se pausa.
Y la voz es relámpago de exequias.
Pavesa interrogante que ha iniciado su búsqueda
y diluye en la noche
un llanto de pabilo incandescente,
un perfume de luz anegado por la cera que lo acuna,
el sonido de emergencia de una gota tullida.
El día que se incendia en su apogeo último
y que anuncia en la cuenta de la vida
una amable tragedia o el golpe de dulzura
que nos brinda la cidra si se pudre.
Este sol da infância
Como um limão brunido
ou coágulo de alba nos vimes do mundo
amamenta o pirilampo em sua tumba de resina.
Brincas às escondidas debaixo do patíbulo
e daí fazes o enforcado ser pendente,
tesouro faraónico pendurado no enxoval,
joia mumificada do instante em tua luz
detida.
O conto
lá atrás
pausa.
E a voz é relâmpago de exéquias.
Faísca interrogante que iniciou a sua procura
e dilui na noite
um pranto de pavio incandescente,
um perfume de luz encharcado pela cera que o embala,
o som de emergência de uma gota tolhida.
O dia em que se incendeia no seu apogeu último
e que anuncia na conta da vida
uma amável tragédia ou o golpe de doçura
que nos dá a cidra se apodrecer.