25 julho 2018

maría negroni


Nocturno
nunca vi un cielo así
repleto de batallas
a punto de ocurrir

como si hubiera una verdad
en algún sitio
o noche diminuta
para un concierto
inmenso

no sé de otra espiral
donde mi flor oscura
se tolere

incluso plena
incluso abandonada


Noturno
nunca vi um céu assim
repleto de batalhas
prestes a acontecer

como se houvesse uma verdade
em algum sítio
ou noite diminuta
para um concerto
imenso

não sei de outra espiral
onde minha flor escura
se tolere

mesmo plena
mesmo abandonada



22 julho 2018

silvia madero


La colina de los hombres rotos

En la prisión nadie está triste. Detrás de los barrotes, pero nadie triste. Un olor metálico se va diluyendo como una serpiente que no menea su cascabel, porque cuida el sueño de los hombres que duermen sobre su corazón de piedra. La yema quiebra como el ojo cuando lagrimea y no hay cortinas, solo barrotes, que los sequen. Pero nadie está triste. Es una lluvia interna solamente. Nadie está triste, dice el celador a veces fuera o a veces dentro. Poco importa donde esté, si nadie está triste. El suelo cede, cariñoso, el paso a la noche en que se desfondan suelas de zapatos. Ya no hay pensamientos de fábricas y piernas de mujer, el café con leche o los calcetines. El mal del sueño es ahuyentado por la grabadora en repetición que nos dice que nadie está triste. Y cedemos a escuchar sin hacerlo, mientras nos miramos las ropas grises de vergüenza. Pero no estamos tristes.

Estamos cansados, eso es todo.

A colina dos homens despedaçados

Na prisão ninguém está triste. Atrás das grades, mas ninguém triste. Um cheiro metálico vai-se diluindo como uma serpente que não abana o seu sino porque trata do sonho dos homens que dormem sobre o seu coração de pedra. A gema parte como o olho quando lacrimeja e não há cortinas, apenas grades para os secar. Mas ninguém está triste. Pouco importa onde se está se ninguém estiver triste. O chão cede carinhosamente o lugar à noite onde se afundam solas de sapatos. Já não há pensamentos de fábricas e pernas de mulheres, café com leite ou meias. O mal do sonho é afugentado pelo gravador em repetição que proclama que ninguém está triste. E rendemo-nos a ouvir isso sem o fazer, enquanto olhamos as roupas cinzentas de vergonha. Mas não estamos tristes.

Estamos cansados, isso é tudo.




19 julho 2018

verónica viola fisher


¿Estás bien? -preguntas dulcemente
al desprender los botones de mi blusa

descubro que estoy preñada, la panza
de vidrio como una bola de cristal
o una copa sin pie, clavada en mi vientre

Voy a alisarte el cabello –respondo
es de noche, nos unen
la oscuridad y el verano.
Te observo sentada frente a la ventana
lista, esperándome

Entonces como luciérnagas
enredadas en tu pelo
están las partecitas, la copa
la bola de cristal hecha añicos

en el aire abro los ojos
¿estás bien, hermosa? -estoy despierta
acaricio tu nuca y mareada
llego a la boca: Ya está,
un cabello perfecto
hasta los talones.


Estás bem? - perguntas doce
enquanto me desabotoas a blusa

descuro que estou prenhe, a pança
de vidro como uma bola de cristal
ou um copo sem pé, cravado no meu ventre

Vou alisar-te o cabelo – respondo
é noite, estamos unidos
pela escuridão e pelo verão.
Observo-te sentada à janela
pronta, à minha espera.

Então, como pirilampos
enredados nos teus cabelos
estão os cacos, o copo
a bola de cristal desfeita em pedaços

no ar abro os olhos
estás bem, linda? - estou acordada
acaricio a tua nuca e em náusea
chego à boca : Já está,
um cabelo perfeito
até aos sapatos.


16 julho 2018

maría julia magistratti


La grieta

Donde yo veía una grieta
un albañil me dijo “la casa ha trabajado”.

Hay agujeros en las personas
sitios inhóspitos en los que no habitaría un pájaro.
Lugares sin abrigo adonde acude el lenguaje
con su instante en fuga,
su residuo desesperado.

“La vida ha trabajado”, le digo,
y me observo las manos solas,
toco esta cabeza que por la madrugada escucha a los gallos
delatar la cartografía de un pueblo a oscuras.
Las ratas que hacen surcos para llegar a alguna parte.
Los alimentos que desovan en la oscuridad del estómago.

“El olvido ha trabajado”, me digo,
y cierro los ojos que dan a otros ojos,
reúno los caminos que nos vieron pasar.
Como si alguna vez volviera la primera vez de todo,
y yo fuera una grieta que anda por el aire y que aún no encontró la casa.


A fenda

Onde eu via uma fenda
um trolha disse-me “a casa trabalhou”.

Há buracos nas pessoas
sítios inóspitos onde não habitaria um pássaro.
Lugares sem abrigo onde emerge a linguagem
com o seu instante em fuga,
seu resíduo desesperado.

A vida trabalhou”, digo-lhe
e vejo as minhas mãos sós,
toco esta cabeça que pela madrugada escuta os galos
delatar a cartografia de um povo às escuras.
As ratas que fazem sulcos para chegar a algum lado,
Os alimentos que desovam na escuridão do estômago.

O esquecimento trabalhou”, digo-me
e fecho os olhos que dão para outros olhos,
reúno os caminhos que nos viram passar.
Como se alguma vez voltasse a primeira vez de tudo,
e eu fosse uma fenda que anda no ar e ainda não encontrou a casa.


13 julho 2018

laura itzel domart


Condición de pez

La vida es un hospital en el que cada enfermo
está poseído por el deseo de cambiar de cama.
Charles Baudelaire

A esta sala la asisten las tumbas de hielo. Mi tía, por ejemplo, está en una de ellas. Recostada en su camastro de estación me mira como el pez de los supermercados, con esa tristeza enorme que cuelga de sus cuencas. La tomo de la mano, le acaricio el rostro para siempre enfermo. Pero ella no deja de mirarme, de enterrarme el tiempo que va dejando de ser. Con los ojos, le señalo la ventana porque morir viendo el día es la mejor manera de fingirse libre. Ella hace silencio, uno largo y ruidoso. Bien sabemos que aquí vinimos a concentrar la soledad del mundo.

Condição de peixe

A vida é um hospital em que cada doente
está possuído pelo desejo de mudar de cama.
Charles Baudelaire

Esta sala está assistida por túmulos de gelo. A minha tia, por exemplo, está numa delas. Recostada na sua enxerga de estada olha para mim como o peixe dos supermercados, com essa tristeza enorme que pendura nas suas cavidades. Pego-lhe na mão, acaricio-lhe o rosto para sempre doente. Mas ela não deixa de me olhar, de me cravar o tempo que vai deixando de ser. Com os olhos, indico-lhe a janela porque morrer a ver o dia é a melhor maneira de se fingir livre. Ela faz silêncio, longo e ruidoso. Sabemos bem que viemos aqui concentrar a solidão do mundo.
´

10 julho 2018

jimena jurado


III

Carta abierta

Cuando no me veas más,
pero me sepas al otro lado del campo,
entrampada de flores sospechosamente vivas,
laberinto de amapolas,
no me llames,
no cruces por las sierpes que abrieron las veredas,
no atiendas al silencio del sol desposeído
ni a la disposición de su rayo señalando mi refugio,
no busques mi respuesta ni en la lluvia,
ni en las hojas hundiéndose
en lo profundo del monte,
no confundas tu eco con mi voz.
No me reinventes.

Olvídame.

Que tus gestos no dibujen mi rostro
y tus ojos no figuren mis gestos,
fantasmas de otrora;
que tu mente no entreteja,
con la sonrisa de un émulo,
retratos ni memorias.

Cuando no me veas más
acepta mis leyes, las tuyas,
pero si acaso no me escuchas,
tan sólo escríbete
hasta borrarme.

Entonces,
imitaré el paciente atisbo de la estatua,
aprenderé a dormir bajo las lilas.

Habré dejado de buscarte también yo.


III

Carta aberta

Quando não me vires mais
mas me souberes do outro lado do campo,
armadilhada de flores, suspeitosamente vivas,
labirinto de papoilas,
não chames por mim,
não atravesses as serpentes que abriram as veredas,
não atendas ao sol despossuído
nem à disposição do seu raio assinalando o meu refúgio
não procures a minha resposta nem na chuva
nem nas folhas que se fundem
nas profundezas do monte,
não confundas o eco com a minha voz.
Não me reinventes.

Esquece-me.

Que os teus gestos não desenhem o meu rosto
e os teus olhos não figurem os meus gestos,
fantasmas de outrora;
que a tua mente não entreteça,
com o sorriso de um emulo,
retratos nem memórias.

Quando não me vires mais
aceita as minhas leis, as tuas,
escreve-te apenas
até me apagares.

Então,
imitarei o paciente vislumbre da estátua
aprenderei a dormir sob os lilases.

Terei, também eu, deixado de te procurar.



07 julho 2018

denise griffith


2
entierro un arco iris en el jardín
para que crezca en forma de flor
todos los días a las siete de la mañana vienen
los lagartos a comer fruta
una melodía brasilera se oye a lo lejos
todo vuelve a la naturaleza
dice el señor
y arroja una cáscara de maracuyá
hacia atrás
hacia las plantas
al mismo tiempo que un niño
se tira de un clavado hacia el mar

2
enterro um arco-íris no jardim
para que cresça em forma de flor
todos os dias às sete da manhã chegam
os lagartos para comer fruta
uma melodia brasileira ouve-se ao longe
tudo regressa à natureza
diz o senhor
e atira uma casca de maracujá
para trás
para as plantas
ao mesmo tempo que uma criança
mergulha de cabeça no mar
e ri da vida, do mundo e de tudo



04 julho 2018

luciana reif


La zafra

La vida durante la zafra
es una dulce y triste refracción del mundo.
Todo comienza en los cañaverales
donde hombres de lugares lejanos
desnudan el campo en un lento y precioso juguetear
con sus dedos, adultos y ásperos por el paso del tiempo
saben más que nadie como tratar a la caña,
hábiles para sacarle todos sus secretos, quedan
exhaustos después de cosecharla; el calor tucumano
se entrevera en forma de gotas que brotan de las manos
ajadas y dolidas de un peón que no ignora que ese fruto vital
concebido con sus fuerzas, será después de todo
azúcar que se derretirá en otra boca.
Peón golondrina conoce más que cualquiera el sabor
agridulce de la tierra, después de despojarla
-terminada la zafra- partirá a otros suelos
a cosechar amargos sabores.
¿Acaso no es ésta la verdadera tristeza,
la de un hombre que llega a abrazar la dulzura toda
y se desprende de ella sin apenas saborearla?

A safra

A vida durante a safra
é uma doce e triste refração do mundo.
Tudo começa nos canaviais
onde homens de lugares longínquos
despem o campo numa lenta e preciosa brincadeira
com os seus dedos, adultos e ásperos pelo passar do tempo
sabem melhor que ninguém como tratar a cana,
hábeis para lhes tirar todos os seus segredos, ficam
exaustos depois de a colher; o calor tucumano
insinuara-se em forma de gotas que brotam das mãos
esfoladas e doridas de um peão que não ignora que esse fruto vital
concebido com as suas forças, será depois totalmente
açúcar que noutra boca se derreterá.
Peão andorinha conhece melhor que os outros o sabor
agridoce da terra, depois de a despojar
- terminada a safra – partirá para outras terras
para colher amargos sabores.
Não será esta a verdadeira tristeza
de um homem que abraça toda a doçura
e dela se desprende sem sequer a saborear?


01 julho 2018

luciana jazmín coronado


Diálogo

—¿Qué hacés?
—Quiero entregar mi cuerpo.

—¿A quién?
—A un punto de la noche.

—¿Y pedirás deseos?
—No.

—Ahora estás estupefacta, sin cara.
—Tengo frío de mí.

—¿Y qué es lo que queda?
—Quedo yo
incorpórea
elemental como el vértigo.

—¿Y qué harás después?
—Seré otra cosa.

Diálogo

Que estás a fazer?
Quero entregar o meu corpo.

A quem?
A um ponto da noite.

Vais pedir um desejo?
Não.

Agora estás estupefacta, sem rosto.
Tenho frio de mim.

E o que fica?
Fico eu
incorpórea
elemental como a vertigem.

O que farás depois?
Serei outra coisa.