29 novembro 2022

giselle lucía navarro

 

Vórtice


Las mujeres musulmanas aprendieron a cubrir su cabeza.

Solo los ojos podían exponerse al desastre de las calles.

Sus ojos, única brecha posible

entre el blindaje de la carne y el hiyab.


La tela es la circunstancia de estar muda.

Pareciese que el silencio es una marca del miedo.

Una mujer que calla no es una mujer que acepta,

sino una mujer que piensa.

A las mujeres, como a los hombres

se les debe indagar siempre a través de los ojos.


Las musulmanas

saben cómo cuidar la nitidez del kohl

alrededor del iris.

El acto de purificación

va en los colores y palabras duras.

En las madrugadas sus cabezas se encendían.


A veces fue necesario

evacuar los pensamientos

para llegar a equilibrar el sueño,

estampar desasosiegos

y disfrazar los versos en masnaví.


La verdad es sagrada,

por eso debe ser cubierta con metáfora.

No conviene que el cerebro inoculado la trastoque.

Los papeles deben ser cubiertos del esposo.

La cabeza es un órgano valioso

que debe ser protegido del hambre y los disparos.

Una mujer sabia es más peligrosa

que un arma en las manos de un loco.



Vórtice


As mulheres muçulmanas aprenderam a cobrir a cabeça.

Só os olhos se podiam expor ao desastre das ruas.

Os seus olhos, única brecha possível

entre a blindagem da carne e o hijab.


O tecido é a circunstância de estar muda.

Parece o silêncio ser uma marca do medo.

Uma mulher que cala não é uma mulher que aceita,

mas uma mulher que pensa.

As mulheres, como os homens

devem ser sempre indagados através dos olhos.


As muçulmanas

sabem como cuidar da nitidez do kohl

à volta da íris.

O ato de purificação

vai nas cores e nas palavras duras.

Nas madrugadas as suas cabeças incendeiam-se.


Por vezes foi necessário

evacuar os pensamentos

para conseguir equilibrar o sono,

provocar desassossegos

e disfarçar os versos em masnavi.


A verdade é sagrada,

Por isso tem de ser coberta com metáfora.

Não convém que o cérebro inoculado a mexa.

Os papéis têm de ser cobertos pelo marido.

A cabeça é um órgão valioso

que deve estar protegido da fome e dos disparos.

Uma mulher sábia é mais perigosa

que uma arma nas mãos de um louco.