Medea y Lilith invocan a Dioniso
En Colcos las muchachas somos impías:
invocamos a Satán con las mejillas manchadas
con la sangre de los venados de la caza,
nos ponemos hasta el culo de Cutty Sark
y escuchamos en éxtasis a Chet Baker.
Caiga sobre mí la sangre de mi hermano
y la traición hacía la estirpe de mi padre.
El honor es para vírgenes.
El honor es para vírgenes bobas con una paga mensual.
Euán, Elelei, no quiero que mi carne sea carne de otra carne.
Yahvé me hizo del barro
y quiso darme un compañero
Así se hacen llamar,
“compañeros”,
“argonautas”,
“capitanes en la travesía”
Quería follarme como a una perra.
Euán, Elelei porque Dios creó el hombre a su imagen
a imagen de Dios lo creó
hembra y varón los creó
En Colcos las muchachas no tenemos pechos:
los amputamos y los tiramos al lodo.
Y Yahvé me condenó por mi osadía
y hoy la tumba de mis hijos aún sigue creciendo.
El castigo nunca viene de los cielos.
El hombre es una rata en su cloaca.
Euán, Elelei,
si vino y sangre son la misma cosa
¿no es embriaguez el dolor?
Pagaremos gustosas la deuda
Tu también eres madre de un cadáver
Cien hijos me mata Yahvé cada noche.
Voluntad.
Voluntad es la palabra más hermosa de pronunciar
¿no son bellos los hombres que se aman en la muerte?
Euán, Elelei. Euán, Elelei. Henchid la tierra y embriagadla
Medeia e Lilith invocam Dionísio
Em Colcos, nós, as raparigas, somos ímpias:
invocamos Satã com as bochechas manchadas
com o sangue dos veados da caça,
enchemos as ventas de Cutty Sark
e ouvimos em êxtase Chet Baker.
Caia sobre mim o sangue do meu irmão
e a traição à estirpe do meu pai.
A honra é para virgens.
A honra é para virgens idiotas com um salário mensal.
Euán, Elelei, não quero que a minha carne seja carne de outra carne.
Javé fez-me do barro
e quis dar-me um companheiro
É assim são chamados,
"companheiros",
"Argonautas",
"capitães na travessia"
Queria foder-me como a uma cadela.
Euán, Elelei, porque Deus criou o homem à sua imagem
à imagem de Deus o criou
feminino e masculino os criou
Em Colcos nós, as raparigas, não temos peitos:
amputamo-los e atiramo-los para a lama.
E Javé condenou-me pela minha ousadia
e hoje o túmulo dos meus filhos ainda continua a crescer.
O castigo nunca vem dos céus.
O homem é um rato no seu esgoto.
Euán, Elelei,
se vinho e sangue são a mesma coisa
não é embriaguez a dor?
Pagaremos de bom grado a dívida
Tu também és mãe de um cadáver
Cem filhos me mata Javé todas as noites.
Vontade.
Vontade é a palavra mais bela de se pronunciar
Não são belos os homens que se amam na morte?
Euán, Elelei. Euán, Elelei. Enchei a terra e embriagai-a