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En
cada caja están sus órganos. Hay piedras a las que les basta su
raíz. Hay los fotogramas extraídos, hay la serenidad. La palabra
invertida, de su serenidad. Hay una cinta para medir el panorama. Es
amarilla, como el lugar donde imaginé, y logramos hallar, pequeñas
agujas óseas. La bala al fondo. A la orilla, su mirada ardiéndome,
el cráneo superpuesto al cariz.
El
melancólico esposo desde las alturas. Ásperas bolitas a la
izquierda. Y todas las cosas que aquí no digo porque ya son.
Brillos
nacarados del mismo color de lo que crece, y crees ver: escalas
puntiagudas en el perímetro nacido de la lengua. Un cuerno
extraviado corona y mira, mucho más allá, las rendijas bajo los
cielos. La palabra Brandemburgo brilla, encaramada en una lámina
fotogénica, otra vez desde el bosque. O es algo más doméstico,
incluso pornográfico.
Finalmente,
las manos huesudas y olvidadas de papá, a las que nunca les gustó
la sombra.
[El
reflector redondo del dentista sugerirá nuevas sospechas de ello.]
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Em
cada caixa estão os seus órgãos. Há pedras para as quais é
suficiente a sua raiz. Há os fotogramas extraídos, há a
serenidade. A palavra invertida, da sua serenidade. Há uma fita para
medir o panorama. É amarela, como o lugar que imaginei, e
conseguimos encontrar, pequenas agulhas ósseas. A bala ao fundo. Na
margem, ardendo, o crânio sobreposto à matiz.
O melancólico marido das alturas. Ásperas bolinhas à esquerda.
E todas as coisas que aqui não digo porque já o são.
Brilhos
nacarados pela mesma dor do que cresce, e acreditas ver : escalas
pontiagudas no perímetro nascido da língua. Um corno extraviado
coroa e olha, muito mais além, os buraquinhos sob o céu. A palavra
Brandemburgo brilha
empoleirada numa lâmina fotogénica, outra vez desde o bosque. Ou é
coisa mais doméstica, mesmo pornográfica.
Finalmente, as mãos ossudas e esquecidas do papá que nunca
gostaram da sombra.
[O
holofote redondo do dentista sugerirá novas suspeitas de tal.]