30 março 2015

laura márquez



Abeja reina abeja muerta

Tienes en el alma un enjambre blanco
de armas silenciadas.
Veo a través de tu piel
la niebla te compone como si las flores
ya no fueran suficientes.
Flores para un cadáver de cieno,
una cascada repleta de ojos como agujas
señalando hacia ninguna parte.
Entornas la mirada y te ves desde dentro:
una ciudad derruida por los cañones del hastío,
las cenizas y la escarcha.
Tienes entre las costillas el reflejo del insomnio,
la boca de marfil,
todos los animales que soñaste.
Tu cabeza se inclinará frente al Hambre
y la sangre llorará tu ausencia.
Pero no huyas de ti,
eres el arma última de tu especie.


Abelha rainha abelha morta

Tens na alma um enxame branco
de armas silenciadas.
Vejo através da tua pele
a névoa te compõe como se as flores
já não fossem suficientes.
Flores para um cadáver de lama,
uma cascata repleta de olhos como agulhas
apontando para lado nenhum.  
Entornas o olhar e vês-te de dentro:
uma cidade demolida pelos canhões do fastio,
as cinzas e a geada.
Tens entre as costelas o reflexo da insónia,
a boca de marfim,
todos os animais que sonhaste.
A tua cabeça se inclinará frente à Fome
e o sangue chorará a tua ausência.
Mas não fujas de ti,
És a arma última da tua espécie.