Las mujeres barren
el odio
que se acumula en
los rincones.
Solía acumularse
entre las patas
de las sillas,
sobre todo en la
última donde se sentó el amor.
Y después de
barrer,
convierten el
asiento en leña
para sobrellevar
este invierno
infinito.
As mulheres
vasculham o ódio
que se agiganta
nos cantos.
Costumava estar
acumulado nos pés
das cadeiras,
sobretudo na
última onde o amor se sentou.
A seguir à
vassourada
transformam o
assento em lenha
para superar
este inverno
infinito.