¡HAY UNA NIÑA EN UN POZO!
Una línea corta el horizonte en dos.
No es necesario que alguien diga uno y otro lado
ya la niña se ha puesto a lamer la huella
y a confundir con sus saltos y sus vítores y su ahínco
las distintas lunas del espejo.
Una línea divide el horizonte en dos.
La niña sigue el paso del conejo y bebe del pozo
como quien bebe de su propia caída.
Una línea fija el horizonte en dos.
Dentro de la línea una niña cae y cae preguntándose a viva voz
la duración de su caída.
No causará extrañeza el llanto de la niña cuando tope fondo
-pero no topa fondo-
y no será raro tampoco que el horizonte recupere su unidad
si la niña lograra mirarse en lo hondo de su llanto.
Pero la caída trae como consecuencia
anverso y reverso de un único horizonte.
Está uma menina num poço!
Uma linha corta o horizonte em dois.
Não é preciso dizer um ou outro lado
a menina pôs-se a lamber o vestígio
e a confundir seus saltos, vitoriamentos e afinco
com as diferentes luas do espelho.
Uma linha divide o horizonte em dois
A menina segue a rota do coelho e bebe do poço
Como quem bebe da sua própria queda.
Uma linha fixa o horizonte em dois.
Dentro da linha uma menina cai perguntando de viva voz
a duração da sua queda
Não causa estranheza o pranto da menina quando bate fundo
-mas não bate fundo-
e não será esquisito que o horizonte recupere a sua unidade
se a menina conseguir mirar-se no fundo do seu pranto.
A queda traz como consequência
O anverso e o reverso de um horizonte único.
Los amigos de la esfinge
Unos árboles no quieren que me separe de ellos
dicen que pertenezco al bosque
me aplauden los pensamientos cuando no tengo ánimo de recitarles
entonces percibo que se alargan para escuchar
yo sé que el oro del otoño está allí para gratificarme
para servir al vaivén de la rueda.
Sé también que en los rincones del bosque
me esperan diminutas alejandras recogiendo castañas alucinógenas
unas palabras perdidas en la hojarasca
si sigues su hilo de renacimiento y muerte
encontrarás un poema sobre la totalidad del cambio.
Si sigo aquí a pesar del frío en mi puesto vigía de la tarde
es porque mi oreja está abierta al mundo del sonido
vigilo como una estatua sin brazos
a la que nadie reconoce su belleza
y sólo se abre mi boca para despertar una pregunta.
Os amigos da esfinge
Certas árvores não querem que delas me separe
dizem que pertenço ao bosque
aplaudem-me os pensamentos quando me falta o fôlego da voz
então percebo que se colocam para escutar
eu sei que o ouro do Outono ali está para me gratificar
para servir a engrenagem da roda
Sei também que em cantos do bosque
me esperam pequenas alejandras colhendo castanhas alucinogénicas
certas palavras perdidas entre o folhado
se seguires o seu fio de renascimento e morte
emcontrarás um poema sobre a totalidade da mudança
Se continuo aqui apesar do frio no meu posto-vigia da trade
é porque o meu ouvido está aberto ao mundo do som
vigio como uma estátua sem braços
a quem ninguém reconhece beleza
e apenas a minha boca se abre para acordar uma pergunta