Piezas
Crudas
I
Estoy
incrustada en la tierra, el pasto me hace cosquillas en la frente y
viene el animal. La tierra tibia me adormece, me sostiene y me
deshace. Me hago tierra en la tierra. Y viene el animal, las patas
blandas, calientes, las garras escondidas. Siente la tierra húmeda
entre los dedos y mira los charcos luminosos en la noche. Los charcos
que sostengo con las manos, con los brazos y la tierra que ahora soy.
Se posa el animal y le siento el calor del vientre a través del
pelo, a través del pasto. Se recuesta y gira, mueve las patas.
Apoyado sobre el lomo se frota la nuca poderosa con las hojas. Su
pelaje negro, corto me cepilla con infinitas agujas sedosas hasta que
se distrae y se olvida de su juego para echarse sobre mí.
Abandonados los labios también negros, lisos, lustrosos. El colmillo
asoma en la boca tierna del animal dormido, pesado, incrustado ya
sobre la tierra, con el pasto haciéndole cosquillas al testuz. Y lo
sostiene, lo adormece, lo deshace la tierra, se hace tierra el
animal, tierra que soy yo, que soy el animal.
Peças
Cruas
I
Estou
incrustada na terra, faz-me a pastagem cócegas na testa e chega o
animal. Adormeço-me na terra morna que me sustém e me desfaz.
Faço-me terra na terra. E chega o animal, patas de brandura,
quentes, garras escondidas. Sente a terra húmida entre os dedos e
observa os charcos luminosos na noite. Os charcos que amparo com as
mãos e os braços e a terra que sou agora. Pousa o animal e
sinto-lhe o calor do ventre através do pelo, do pasto. Esparrama-se
e roda, mexe as patas. Apoiado no lombo esfrega a poderosa nuca com
as folhas. A sua penugem preta depressa me esfrega com infinitas
agulhas sedosas até se distrair e se esquecer para de deitar sobre
mim. Abandonados os lábios igualmente pretos, lisos, lustrosos. O
dente canino ajanela-se na boca tenra do animal a dormir, pesado,
incrustado já sobre a terra, com o pasto a fazer-lhe cócegas na
pele do límbico. E mantém-no, adormece-o, desfá-lo da terra,
faz-se terra o animal, terra que sou eu, que sou o animal.