18 junho 2016

maría eugenia lópez


Q de quiebre

Estar pendiente de las lluvias con la precisión sensorial del insecto. De la recolección cuidadosa del agua. El alimento prolijo de la cosa. El cuidado específico. El cuidado. Viviendo al límite de la sed del otro. Con la lengua resquebrajada y los nervios y lo inconfesado. Hay un reproche a dejarse desaparecer, angostándose de a poco. Si tan sólo uno se repitiera a uno mismo una y otra vez, como insecto, volviendo al mismo lugar eternamente para confirmarse. Esquivando mierda de mascotas olvidada y maniquíes desnudos por una calle en subida. Dejando el propio dialecto como acto terrorista. La acústica de la planta del pie. ¿Qué se hace cuando, luego de odiar toda una vida al que amaba los trenes, al que militó en los setenta, al que le pegó a su esposa y se fue de casa mucho más tarde de lo que le pedían sus hijos, este vuelve queriendo una familia y con lágrimas en los ojos porque el ascensor le quebró la mandíbula a su gato?


Q de quebra

Estar pendente das chuvas com a precisão sensorial do inseto. Da coleta cuidadosa da água. O alimento prolixo da coisa. O cuidado específico. O cuidado. Vivendo no limite da sede do outro. Com a língua requebrada e os nervos e o inconfessado. Há um reparo que se deixa desaparecer, apartando-se. Se ao menos nos repetíssemos a nós mesmos, uma e outra vez, como insetos, voltando ao mesmo lugar eternamente para se confirmar. Evitando laradas esquecidas de bichos estimados e manequins nus rua acima. Deixando o próprio dialeto como ato terrorista. A acústica da planta do pé. Que fazer quando, depois de odiar toda a vida aquele que amava os comboios, militante dos setenta, que pegou na esposa e foi embora de casa muito mais tarde do que os filhos exigiam, o mesmo volta rogando uma família e com lágrimas nos olhos porque o elevador partiu a mandíbula ao seu gato?