A
veces camino por mi casa como caminan los insectos, es decir, como
supongo que caminan los insectos; para decirlo mejor, con el
aturdimiento y la ignorancia propios de quien no sabe dónde está.
Porque, imagino que el sitio de una cucaracha no es el páramo frío
de las baldosas, ni la superficie resbaladiza de los azulejos. ¿Cómo
es posible que estemos todos tan descolocados? ¿Qué hace una
cucaracha en un bonito apartamento? ¿Y qué hago yo departiendo con
una cucaracha? ¿Qué haces tú por aquí, sin nada que llevarte a la
boca? El bicho me contempla un instante y luego, en un tono más bien
irónico, me dice: aproximadamente lo mismo que el mendigo que duerme
en los soportales de la Escuela de Minas, y un minuto después
desaparece por la ranura del friegaplatos. Para que luego digan que
lo de todos los días es muy aburrido…
Às vezes ando por casa como andam os insetos, ou antes, como
suponho que andam os insetos; melhor dizendo, com o atordoamento e a
ignorância próprios de quem não sabe onde está. Porque, imagino
que o sítio de uma barata não é a charneca fria dos ladrilhos ou a
superfície resvaladiça dos azulejos. Como é possível que
estejamos todos tão deslocados? Que anda a fazer uma barata num
apartamento bonito? E que é que eu estou a fazer debatendo com uma
barata? Que fazes tu aqui sem nada para meteres na boca? O bicho
contempla-me um instante e depois, em tom muito mais irónico,
diz-me: aproximadamente o mesmo que o mendigo que dorme nas arcadas
da Escola de Minas, e no minuto seguinte desaparece pelo ralo do
lavatório de pratos. Para que a seguir digam que o quotidiano é
muito aborrecido ...