Considerar las
sábilas, las paltas y las mujeres
Deberíamos
escribir sobre la suavidad de pasar la mano sobre la sábila. A
menudo ese olor pegajoso me despierta y hace pensar en compuestos
químicos: admirar los bordes, es una manía de encenderme entre los
cactus, que a veces llamo poesía. Observé esa pintura, donde la
mujer está sentada sobre el hombre, así, me gusta hacer el amor,
solo me falta la pared ocre y la silla azul de los amantes, un
paisaje nocturno, un par de manos ásperas. Había una mujer que
vivía frente a un colegio, con ella caminé mucho para encontrar
paltas, siempre envueltas en un periódico, a menudo puestas sobre
una mesa, untadas sobre un pan o una tostada. Las paltas nunca se
comen verdes.
Considerar os aloés, os abacates e as mulheres
Devíamos escrever sobre a suavidade de passar a mão pelo aloé.
Muitas vezes esse odor pegajoso acorda-me e faz-me pensar em
compostos químicos : admirar as bordas é uma mania de me acender
entre os cactos a que às vezes chamo poesia. Observei essa pintura, a
mulher está sentada em cima do homem, assim, gosto de fazer amor, só
me falta a parede ocre e a cadeira azul dos amantes, uma paisagem
noturna, um par de mãos ásperas. Havia uma mulher que vivia diante
de um colégio, com ela andei muito para encontrar abacates, sempre
embrulhados num jornal, muitas vezes postos sobre uma mesa untados
num pão ou numa tosta. Os abacates nunca se comem verdes.